Alejandro Roubtzoff nunca pinto algo tan solo por seguir una corriente, la moda de su tiempo. Su obra nunca fue una de indulgencia. El sabía cómo ser delicado y meticuloso en un tiempo cuando hacer algo “hermoso” era una señal de decadencia. Pinto sin ser influenciado, en el patrón, modificando su estilo dependiendo del tema.

Los Años  Rusos
A los 20 años, en 1904, entra a la Academia Imperial de Artes Finas en San Petersburgo. Uno de sus profesores ahí es un buen amigo de él: el pintor polaco Zionglinski.
Roubtzoff se especializa, como él mismo lo escribe, en pinturas de  interiores. Entre ellas están las famosas: Salón Rojo y Salón Amarillo, compradas por el Museo de Artes Finas. Una de estas obras le ha logrado el Gran Premio de la Academia y una beca de cuatro años como apoyo para viajar por España y Túnez.

Orientalismo
Sus primeras obras orientalistas tratan principalmente con escenarios de la vida cotidiana. Sus temas evocan las tareas domesticas del ama de casa: moliendo granos, cocinando, hilando lana, y tejiendo cobertores.  Roubtzoff se interesa sobre todo en los gestos y actitudes de sus modelos. También considera sus trajes y tatuajes.

Retrato
Entrenado a observar la realidad y capaz de reproducir fielmente las características de sus modelos, sus talentos eran frecuentemente requeridos como retratista. Sus clientes son familias adineradas de colonos europeos. En sus retratos, Roubtzoff no muestra nuevas ideas sino que inicia una relación real con la tradición.

Túnez
Desde 1915, Roubtzoff comienza a explorar el país. Regresa al Sur, la parte que mas le gusta, en 1918, por un camino diferente al que tomo la primera vez. A diferencia de otros orientalistas que mayormente se quedaron en el Este por un tiempo, y generalmente cerca de la costa, antes de regresar, Roubtzoff se adentra más lejos en el país, geográfica y culturalmente. Viaja hasta el lejano Sur, a lugares muy poco habitados.

Europa
Los años veinte son dedicados a numerosos viajes a través de Europa. Roubtzoff frecuentemente va a las casas de sus amigos Tunecinos: en Inglaterra, Francia, Turquía, con el Orient-Express en 1924. Visita mucho y trata de reflejar en sus pinturas la arquitectura local. A partir de 1924, año en el que es naturalizado francés, se autoproclama como un “Francés nacido en Rusia”. Los 20’s son de esta manera un tiempo cuando Francia en general representa una gran parte de su vida y su obra.